El terrible tsunami de 2004 fue el desastre natural más mortífero de la historia moderna. Cerca de 300.000 personas murieron en la catástrofe, a pesar de que la onda expansiva de las olas, que afectó especialmente a Indonesia, no llegó a su destino por sorpresa. Tardó dos horas en alcanzar las costas de la India, y seis en precipitarse sobre Somalia y Kenia. Si el proyecto en el que trabaja Sergio Idelsohn hubiera sido hace seis años una realidad, parte de esta gran tragedia podría haberse evitado. El curso del tsunami se hubiera conocido a tiempo real gracias al novedoso simulador informático en el que trabaja, una especie de «bola de cristal» matemática para augurar cómo se comporta un líquido o un gas y poder hacer frente a eventos inesperados como una inundación, la ruptura de un dique o un incendio. ¿No sería maravilloso tener un invento semejante de cara al futuro?
Noticia completa publicada en ABC.
jueves, 11 de marzo de 2010
El hombre que puede evitar catástrofes
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